El Universal

05/06/2014

Diana Villavicencio

La Agencia Especializada para la Atención de las Personas Adultas Mayores Víctimas de Violencia Familiar de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) y la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) han detectado casos de violencia contra adultos mayores por parte de sus propios familiares a partir de la entrega de apoyos sociales.

Aunque la secretaria de Desarrollo Social, Rosa Icela Rodríguez, dijo que no tiene conocimiento sobre el tema e incluso en su participación en el Foro Internacional sobre Derechos Humanos señaló que en la ciudad de México la política social es un blindaje efectivo ante la amenaza de la violencia y las desigualdades sociales, está ocurriendo otro problema, tal y como lo alertó la titular de la CDHDF, Perla Gómez, quien afirmó que existe una preocupación real sobre la violencia hacia este sector beneficiario de los apoyos sociales y que para ello llevará a cabo una asamblea con este sector.

En entrevista, Claudia Azar, Fiscal Responsable de la Agencia, reveló: “Sí tenemos conocimiento de que se les otorga las tarjetas y los propios hijos ahora dicen te llevo, fírmale y yo compro (…), ahora se convierte el adulto (mayor) en el proveedor y existe un abuso por parte de los hijos”.

Al respecto, la titular de la CDHDF, comentó que la capital se ha caracterizado por tener políticas públicas en materia de sectores sociales, uno de ellos es el de adultos mayores y que ahora se ha detonado con esta ayuda, una situación de violencia. Incluso, refirió que la comisión a su cargo ya ha emitido cinco recomendaciones por violaciones a los derechos humanos hacia esta población adulta.

De acuerdo con expertos internacionales, el umbral de auto maltrato de los adultos mayores suele ser muy alto y es un determinante de la tolerancia al agravio, además de que el aislamiento social también los expone a este tipo de situaciones.

Xabier Etxeberria, catedrático de Ética de la Universidad de Deusto, España, lamentó que las sociedades sean cada vez más insensibles al dolor de los ancianos porque piensan que el anciano no tiene el poder para ejercer sus derechos.

Por su parte, la coordinadora de Gerontología del Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en el DF, Ana Gamble Sánchez-Gavito, comenta en la publicación “Los derechos de las personas mayores en el siglo XXI: situación, experiencias y desafíos” que la problemática del maltrato contra las personas mayores ha crecido en la ciudad de México, propiciada por diversos procesos sociales.