En el vertiginoso mundo actual, donde la estabilidad financiera y el bienestar personal se encuentran en constante cambio, surge una necesidad imperiosa: la capacitación en temas patrimoniales para los colaboradores de una empresa. Este aspecto crucial no solo beneficia a los empleados individualmente, sino que también repercute positivamente en el ambiente laboral y en la productividad general de la organización.
Importancia de la capacitación en temas patrimoniales
El término «patrimonio» va más allá de la mera acumulación de bienes. Se trata de la gestión inteligente y responsable de los recursos financieros y personales para garantizar un futuro sólido y próspero. Por lo tanto, capacitar a los colaboradores en este ámbito es un gesto de cuidado y compromiso por parte de la empresa hacia su equipo humano.
Beneficios para la vida laboral y personal
Estabilidad financiera: Al comprender mejor sus finanzas personales y los mecanismos para proteger su patrimonio, los colaboradores se vuelven más seguros y estables financieramente. Esto se traduce en una menor preocupación por problemas económicos, lo que, a su vez, se refleja en un aumento de la concentración y la productividad en el trabajo.
Mejor toma de decisiones: Con una capacitación adecuada, los empleados adquieren las herramientas necesarias para tomar decisiones financieras informadas y acertadas. Desde la gestión de deudas hasta la planificación de la jubilación, contar con conocimientos sólidos en temas patrimoniales les permite enfrentar los desafíos con confianza y pragmatismo.
Crecimiento personal: La educación financiera no solo impacta en el ámbito laboral, sino también en la vida personal de los colaboradores. Les brinda la oportunidad de desarrollar habilidades de gestión, planificación a largo plazo y resiliencia financiera, lo que se traduce en una mayor satisfacción y bienestar en general.
El papel de los expertos: Asesores Patrimoniales
Para garantizar una capacitación efectiva y completa, es fundamental contar con el apoyo de expertos en la materia. Los Asesores Patrimoniales son profesionales especializados en el manejo inteligente de los recursos financieros y la protección del patrimonio. Su experiencia y conocimientos son invaluables para orientar a los colaboradores en aspectos como la inversión, el ahorro y la planificación financiera a largo plazo.
Conclusión
Capacitar a los colaboradores en temas patrimoniales no solo es una inversión en su futuro individual, sino también en el éxito y la estabilidad de la empresa en su conjunto. Proporcionarles las herramientas y los conocimientos necesarios para gestionar eficazmente sus finanzas no solo mejora su desempeño laboral, sino que también contribuye a su bienestar personal y a una cultura organizacional sólida y progresista. Recuerda, el cuidado del patrimonio de tus colaboradores es una inversión que cosechará frutos duraderos para todos.
Uno de nuestros objetivos en Asesores Patrimoniales es erradicar la pobreza en la vejez porque sabemos que es una realidad desafiante que enfrentan millones de personas en México. Después de décadas de trabajo duro, muchos pensionados se encuentran luchando para llegar a fin de mes, enfrentando dificultades financieras que afectan su calidad de vida y bienestar. Sin embargo, hay herramientas poderosas que pueden ayudar a prevenir esta situación y garantizar un retiro digno y seguro. Entre estas herramientas se encuentran el ahorro, la inversión y los seguros, cada uno desempeñando un papel crucial en la construcción de un futuro financiero sólido y estable.
Ahorro: La Base de la Seguridad Financiera: El ahorro es el primer paso fundamental hacia la seguridad financiera en la vejez. Al reservar una parte de los ingresos durante la vida laboral activa, las personas pueden acumular un fondo de emergencia y prepararse para el retiro. El ahorro disciplinado no solo proporciona un colchón financiero en caso de imprevistos, sino que también crea la base para futuras inversiones que pueden generar ingresos pasivos y crecimiento a /lo largo del tiempo.
Inversión: Haciendo que el Dinero Trabaje para Ti. El ahorro por sí solo puede no ser suficiente para construir un patrimonio duradero. Aquí es donde entra en juego la inversión. Al invertir en una variedad de vehículos financieros, como acciones, bonos, fondos mutuos o bienes raíces, las personas pueden hacer que su dinero trabaje para ellas, generando rendimientos y crecimiento a lo largo del tiempo. La inversión inteligente y diversificada es esencial para mitigar el riesgo y maximizar el potencial de retorno, permitiendo a los individuos acumular riqueza y asegurar un futuro financiero estable.
Seguros: Protegiendo contra lo Inesperado. Aunque el ahorro y la inversión son herramientas poderosas, a veces los imprevistos pueden poner en peligro la seguridad financiera. Es aquí donde entran en juego los seguros. Los seguros, ya sea de vida, salud, hogar o automóvil, ofrecen protección contra eventos inesperados que podrían causar dificultades financieras significativas. Al contratar seguros adecuados, las personas pueden evitar que los gastos médicos catastróficos, los accidentes o los desastres naturales los saquen de control, protegiendo así sus ahorros y su futuro financiero.
En conclusión, el ahorro, la inversión y los seguros son herramientas esenciales para combatir la pobreza en la vejez y garantizar un retiro digno y seguro. Al adoptar una mentalidad de planificación financiera a lo largo de la vida y aprovechar estas herramientas de manera estratégica, las personas pueden construir un futuro financiero sólido y disfrutar su retiro de manera tranquila y sin preocupaciones.
Acércate a Asesores Patrimoniales quien en conjunto con Allianz te damos el respaldo que necesitas para trazar el camino.
En un mundo cada vez más complejo y volátil, cuidar y hacer crecer nuestro patrimonio se ha convertido en una tarea que requiere un enfoque profesional y estratégico. Aquí es donde entra en juego la figura del asesor patrimonial, un experto en finanzas que puede marcar la diferencia en la gestión de nuestros activos.
1. Conocimiento especializado: Un asesor patrimonial posee un profundo conocimiento del mercado financiero, de inversión y de las diferentes opciones disponibles para hacer crecer nuestro patrimonio. Su experiencia y capacitación nos permiten tomar decisiones informadas y acertadas.
2. Personalización: Cada persona tiene objetivos financieros únicos y circunstancias particulares. Un asesor patrimonial trabaja en estrecha colaboración con cada cliente para entender sus necesidades y diseñar un plan de inversión personalizado que se adapte a sus metas y tolerancia al riesgo.
3. Gestión del riesgo: El mundo financiero está lleno de riesgos y volatilidad. Un asesor patrimonial ayuda a gestionar estos riesgos mediante una diversificación adecuada de la cartera de inversión y la implementación de estrategias de protección del capital.
4. Optimización fiscal: La planificación fiscal es una parte crucial de la gestión patrimonial. Un asesor patrimonial puede ayudar a minimizar la carga fiscal, identificando estrategias de inversión eficientes desde el punto de vista fiscal y aprovechando todas las ventajas fiscales disponibles.
5. Paz mental: Delegar la gestión de nuestro patrimonio en manos expertas nos proporciona una sensación de tranquilidad y seguridad. Saber que contamos con un profesional que vela por nuestros intereses financieros nos permite enfocarnos en otras áreas de nuestras vidas con mayor confianza y serenidad.
En resumen, tener un asesor patrimonial no solo es una opción inteligente, sino una necesidad en el complejo panorama financiero actual. Su experiencia, conocimiento especializado y enfoque personalizado pueden marcar la diferencia entre alcanzar nuestros objetivos financieros y quedarnos rezagados.
El asegurado dado de baja en el régimen obligatorio o, en su caso, la persona que autorice para realizar el trámite con carta poder. De cualquier forma, se debe contar con lo establecido por la ley para ser candidato a ella.
¿Dónde puedo realizar este trámite?
1. Preséntate en ventanilla en la Subdelegación del IMSS, de lunes a viernes y en un horario de 8:00 a 15:30 horas. Lleva un escrito libre con tu solicitud de inscripción y firma autógrafa, así como los documentos requeridos.
2. Realiza el pago correspondiente.
3. Una vez que se realice el pago en las entidades bancarias o en línea, se deberá registrar el pago en el sistema.
¿Qué documentos necesito y cuáles deben ser sus características?
1. Clave Única de Registro de Población (CURP).
2. Número de Seguridad Social (NSS).
3. Correo electrónico.
4. Identificación oficial vigente. Original y copia.
5. Escrito libre solicitando la inscripción en la continuación voluntaria en el régimen obligatorio, con firma autógrafa o huella digital. Original y copia.
6. Comprobante de domicilio. Original y copia.
El recibo de pago de la cuota obrero patronal se entregará una vez que se te informe que tu solicitud ha sido aprobada. El aseguramiento se llevará a cabo a contra pago.
¿Qué información necesito conocer antes de realizar este trámite?
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Al presentarte para el trámite, deberás llenar dos formatos: “Solicitud de Inscripción a la Continuación Voluntaria en el Régimen Obligatorio C.V.R.O.01” y “Aviso de Inscripción del Trabajador AFIL-02” (también deberás firmarlos en presencia del empleado que te atienda). Al finalizar, se te entregará una copia del Aviso de Inscripción del Trabajador AFIL-02 como comprobante.
El Instituto de oficio donde se lleve a cabo el trámite deberá ajustar el salario base de cotización, de acuerdo con el incremento legal al salario mínimo general del área geográfica que corresponda (Artículo 65 del Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización).
Los asegurados en continuación voluntaria en el régimen obligatorio en los seguros conjuntos de Invalidez y Vida, y de Retiro, Cesantía en Edad Avanzada y Vejez pagarán las cuotas respectivas por mensualidades adelantadas a más tardar el día diecisiete del mes de que se trate. (Artículo 128 del Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización, DOF 1° de noviembre de 2002).
Al inscribirte en la continuación voluntaria, podrás elegir si la fecha de protección parte del día de la solicitud de inscripción en la continuación voluntaria o la del día siguiente de la baja. En todo caso, las cuotas que no fueron enteradas al Instituto deberán cubrirse (Artículo 66 del Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización).
Si no pagas las cuotas de forma oportuna o si eres dado de baja por mora, deberás ponerte al corriente para volver a contratar la continuación voluntaria en el régimen obligatorio. Además, deberás presentar nuevamente tu escrito libre dentro de los doce meses siguientes a la fecha de baja.
En caso de cambio de domicilio, cuentas con treinta días naturales, a partir de la fecha de la baja, para acudir a la Subdelegación del IMSS que corresponde a tu nuevo domicilio y re tramitar tu inscripción. De lo contrario, tendrás que realizar su trámite de renovación en la circunscripción en que se haya dado de alta.
La continuación voluntaria termina por: 1) Solicitud del asegurado, 2) Que deje de pagar las cuotas durante dos meses, 3) Que el asegurado sea dado de alta o haya reingresado al régimen obligatorio.
A partir de la entrada en vigor de la Ley del Seguro Social de 1997, la continuación voluntaria en el régimen obligatorio no genera el derecho a los servicios médicos. Estos se deben contratar a través del Seguro de Salud para la Familia conforme lo establezca el reglamento de la materia (Artículo 64 del Reglamento de la Ley del Seguro Social en Materia de Afiliación, Clasificación de Empresas, Recaudación y Fiscalización).
Te recomendamos conservar tus comprobantes de pago, a fin de facilitar toda aclaración.
Los documentos solicitados no deberán contener errores, borraduras, tachaduras ni enmendaduras.
Puedes realizar el trámite de inscripción a la continuación voluntaria a través de internet.
Los documentos considerados como identificación oficial para este trámite son los siguientes:
– Credencial para votar expedida por el Instituto Nacional – Electoral o por el Instituto Federal Electoral (hasta en tanto concluya su vigencia).
– Pasaporte vigente, mexicano o extranjero.
– Cartilla del Servicio Militar Nacional.
– Cédula profesional.
– Matrícula consular (documento de identidad que expide una oficina consular a favor de un connacional).
– Tarjeta/Cédula/Carnet de identidad para extranjeros.
– Documento migratorio vigente que corresponda, emitido por autoridad competente (en su caso prórroga o refrendo migratorio).
Conoce los derechos que otorga la modalidad 40 del IMSS
– Seguro de invalidez y vida
– Seguro de retiro en edad avanzada y vejez
– Continuar acumulando semanas de cotización
– Recursos en la cuenta individual
– Registro del salario base de cotización deseado
– Aportaciones a afore (del ramo de retiro, del ramo cesantía en edad avanzada y del ramo de la cuota social).
Ahora que conoces mucho más sobre la Modalidad 40 y sus consideraciones, podrás elegir qué es lo mejor para ti. Recuerda mantenerte informado mediante espacios confiables.
Fuentes:
(2022, 27 de junio). Inscripción a la continuación voluntaria al régimen obligatorio en el IMSS. Instituto Mexicano del Seguro Social. Recuperado de: https://www.imss.gob.mx/tramites/imss02007
Apenas recibió su aguinaldo, pero ya lo debe. Se sintió mal cuando fue a sacarlo del banco porque sabía que el fajo de billetes sólo estaría con ella un día. Por eso lo metió a su chamarra y lo acarició desde que lo tuvo en sus manos hasta que llegó a su hogar y comenzó a contarlo para repartirlo al pago de la luz, cable, Internet, tarjetas… ¿Tarjetas? Sí, especialmente tarjetas bancarias.
Edna López se reconoce como “gastalona”. Y no puede evitarlo. Simplemente ve algo que le gusta y lo consigue. ¿Una bolsa en el centro comercial? Es suya. ¿Camisas? También. ¿Zapatos? Los quiere todos.
La asistente de mostrador tiene 31 años de edad y reconoce que no tiene un plan de ahorro para la vejez o el retiro laboral.
Nunca ha analizado su tiempo tan a la distancia, sólo sabe que hay accesorios de su gusto y que, gracias a las tarjetas de crédito, le es posible adquirirlos de inmediato e irlos pagando cuando pueda, aunque el tiempo y los intereses acumulados se coman sus ingresos.
“No le alcanza”
El profesor Alfonso Doñate rebasa los 30 años y es otro que no tiene idea para un plan de ahorro para el retiro.
Comenzó su vida laboral con tres mil pesos mensuales. Hoy, sus ingresos son cinco veces más que esa cifra, pero el dinero sigue sin ajustarle porque hay una razón de peso: los eternos pendientes.
Que las llantas rebasaron su vida útil. Que el refrigerador ya no enfría. Que el auto necesita su servicio… La lista de etcéteras es larga. “Llego pisando raya (…) No he logrado nunca que me alcance el dinero”.
Aunque pensó en ahorrar, el problema está en esa promoción que habilitó su compañía telefónica en esta temporada decembrina. “Y cómo no: ¿Pagar seis meses del plan y llevarse el año entero de servicio? ¡Dónde hay que firmar!”.
“Cuando he logrado ahorrar es cuando me llega algún bono (…) Pero luego sucede algo y termino agarrando el bono”. Su destino, lamenta, es como su quincena: ambos están llenos de imprevistos.
La recomendación
Ante las dos historias, los expertos coinciden en que se debe estimular el ahorro voluntario a largo plazo. Por ello, además de la aportación obligatoria en las llamadas Afores, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) tiene una recomendación para incrementar estos fondos a través de las aportaciones voluntarias.
La regla consiste en empezar a ahorrar 9.1% del ingreso del trabajador desde los 25 años hasta la edad del retiro. Así se alcanzaría una pensión con el 70% del último salario cotizado.
En cambio, si Edna y Alfonso no hacen lo contrario, cuando tengan 55 años la sugerencia será ahorrar 72% de su salario hasta la edad del retiro (65 años).
En este escenario y siguiendo la recomendación, si el salario promedio de un trabajador es de $8,401 pesos mensuales (según registros del IMSS y sin reducir impuestos), éste ahorraría 366 mil pesos de forma voluntaria y otros 329 mil a través de las aportaciones obligatorias en su Afore. Casi 700 mil pesos en fondos de ahorros para su vejez.
Es la recomendación de expertos.
LA VOZ DEL EXPERTO
Lo ideal: 30%
Enrique Cuevas Rodríguez Un ahorro mínimo e indispensable para alcanzar a “sobrevivir” durante la vejez debería ser de 10% del salario mensual de un trabajador. Sin embargo, para tener una vida digna en esa etapa debería ser de 30 por ciento.
El problema es que los salarios promedio del país no dan para tener ese ahorro. La respuesta es simple, ya que en México, 75% de la población no rebasa los cinco salarios mínimos… a lo mucho gana 10 mil pesos mensuales (por lo que debería de ahorrar tres mil pesos en el segundo supuesto que propone el académico). Y en caso de que se incentive el ahorro de los trabajadores, éstos deberían endeudarse para cubrir sus necesidades básicas.
Por eso el problema principal que inhibe el ahorro son los bajos ingresos y salarios, la gente gana tan poco que un ahorro del 33% o la tercera parte de sus ingresos es una utopía.
Comenta que un verdadero incentivo sería que las Afores ofrecieran rendimientos más altos, ya que actualmente con el interés de las instituciones el ahorro crece lento.
Evitar gasto “hormiga”
Ricardo Arreguín (asesor de Afores) Es usual que las personas digan que no tienen dinero o que no les alcanza para ahorrar, pero una vez que se identifique el monto que representan los gastos “hormiga” o innecesarios, la situación cambia.
Por ejemplo, lo que se desembolsa en productos como cigarros, refrescos u otros productos que generan adicción pueden ser prescindibles y, después, redirigirse a un fondo voluntario de ahorro. Esos (despilfarros) en lugar de ayudarnos nos perjudican… muchas veces representa más de 10% de los ingresos y ese dinero podría ahorrarlo cualquier persona, incluso los que ganan poco. Es cuestión de organizar los gastos.
Las personas que quieran ahorrar voluntariamente deben saber en cuál régimen cotizan, ya que a partir de 1997 se reformó la Ley del Seguro Social: en el anterior esquema se hace cargo el IMSS, y después de esa fecha se puede tomar como intermediario a una Afore. Lo importante de hacer aportaciones voluntarias del 10% del salario, es que la pensión se elevaría a 70% del sueldo previo al retiro. Quedaría casi al mismo nivel de vida que se llevaba.
Las Afores, insuficientes
Si en algo coinciden los especialistas en planes para el retiro y la autoridad es en que la cantidad que un trabajador ahorra obligatoriamente a través de una Afore (Administradora de Fondos para el Retiro) no le alcanzará para jubilarse en el futuro de forma digna. En esta situación se encuentran 54.2 millones de mexicanos registrados en una Afore, según la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar).
En total, los recursos registrados bajo esta modalidad alcanzan los 3.6 billones de pesos (MDP), que repartidos entre el total de cuentas registradas, arrojan un promedio de ahorro por cuenta de 66 mil 817 pesos.
Una de las explicaciones es que la tasa de contribución obligatoria en las Afores, que corresponde al 6.5% del salario de cotización del derechohabiente, es de las más bajas a nivel internacional. La tasa de países como Israel, Colombia y Suecia es superior a 15 por ciento.
“Dado que el ahorro obligatorio para el retiro es relativamente pequeño, es de esperarse que, de no incrementarlo, el monto que acumulen al final de su vida laboral será insuficiente”, apunta la Consar.
En este contexto, considera impostergable incrementar no solamente la tasa de las aportaciones obligatorias sino también ahorrar para el retiro de manera voluntaria.
Para este mes, Carlos Ramírez, presidente de la Comisión, recordó que entregaron una propuesta a la Secretaría de Hacienda para que de manera directa los patrones descuenten a los trabajadores un porcentaje mínimo que sea destinado al ahorro voluntario, aunque el trabajador será el que tome la decisión.
La situación en el país es preocupante: del total de los recursos económicos pertenecientes a las cuentas del retiro, sólo 1% corresponde a las contribuciones voluntarias.
En este escenario, especialistas aceptan que el sistema de pensiones está obligado a reformarse. La Consar, por su parte, recomienda que los empleadores y el Gobierno otorguen incentivos y mecanismos para que el trabajador esté dispuesto a ahorrar, adoptar la educación financiera y favorecer mecanismos sencillos para realizar aportaciones voluntarias.
La Comisión Nacional es contundente: “Las aportaciones voluntarias para el retiro deben iniciarse a la brevedad a una edad temprana. Posponer este tipo de ahorro y dejarlo para una edad madura o en la víspera de la tercera edad no es una buena estrategia, si se desea contar con un retiro cómodo al final de la vida laboral”.
El Afore es el instrumento con el que cuentan por ley todos los trabajadores afiliados al IMSS o ISSSTE y es donde se guardan todas las aportaciones obligatorias realizadas cada mes.
Según proyecciones del economista del Aspen Institute en México, Luis de la Calle, aquellos que se retiren en el año 2035, cuando los primeros aforados van a jubilarse, recibirán apenas 20% de lo que ganan.
A partir de 1997 se reformó la Ley del Seguro Social para dar nacimiento a las Afores, las cuales son instituciones financieras privadas encargadas de administrar el dinero de los trabajadores tanto del IMSS como del ISSSTE.
Por otra parte, las aportaciones voluntarias son los depósitos que de manera personal pueden realizar los trabajadores a una cuenta individual a su nombre con el fin de incrementar su patrimonio o complementar su ahorro para el retiro.
EL DATO 70% de los ingresos
Los expertos estiman que se necesitará un 70% de los ingresos de su último empleo para mantener el nivel de vida cuando deje de trabajar.
EL FONDO Intocable
No toques tu ahorro para el retiro, ya que con esto perderá capital e intereses, además de algunos beneficios fiscales en el caso de las Afores.
Por ejemplo, el ahorro voluntario para el retiro es deducible de impuestos en México; sin embargo, en la mayoría de las Afores hay que hacer este proceso a través de una declaración fiscal.
SABER MÁS Sector marginado
• Cuatro de cada 10 adultos mayores no cuentan con ahorros para mantenerse. • El estudio de la Consar “Ahorro y futuro. ¿Cómo viven el retiro los mexicanos?”, señala que más de la mitad no han hecho planes para el retiro. • La investigación también consigna que más de la mitad de los adultos mayores de 65 años sigue trabajando por necesidad. Y nueve de cada 10 mexicanos al final de su vida laboral activa se arrepienten de no haber ahorrado para ese momento.
BUENAS PRÁCTICAS Tipos de ahorro voluntario a través de las Afores
Dependiendo de las metas hay tres alternativas, de acuerdo con Consar:
Corto plazo. Si piensa utilizar el dinero en un periodo corto sería su mejor opción de inversión, porque puede disponer del dinero a partir de los dos meses.
Mediano plazo. Sus ahorros deben permanecer invertidos un mínimo de cinco años. Entre más tiempo quede invertido el ahorro generará mayores ganancias.
Largo plazo. En este tipo de ahorro la inversión debe permanecer en su cuenta hasta que cumpla 65 años de edad. Si se deja hasta ese plazo obtendrá un beneficio fiscal.
Los beneficios
• Altos rendimientos. Superiores a los de cualquier otra alternativa de ahorro de largo plazo.
• Fiscales. Puede ser deducible de impuestos.
• Flexibilidad. Lo hace de acuerdo con sus posibilidades y cuando usted lo decida.
• Facilidad. Para realizar sus aportaciones voluntarias a la vuelta de la esquina y desde su hogar.
• Seguridad. Su inversión está segura porque las Afores son supervisadas por la Consar diariamente y puede revisar cómo crece su dinero en su estado de cuenta.
• Disposición de recursos. En caso de requerirlo puede disponer de sus recursos a partir de los dos meses.
• Mejor pensión. Con esta opción puede sumar a su retiro y obtener una mejor pensión.
Especialistas recomiendan complementar tus aportaciones con un Plan Personal de Retiro (PPR), que tienen un nivel de riesgo mayor, pero otorgan rendimientos superiores a los del ahorro de las Afores.
CIUDAD DE MÉXICO.- Si busca una tasa de reemplazo de más del 70 por ciento cuando se pensione, es casi imposible lograrlo sólo con efectuar aportaciones voluntarias a su Administradora de Fondos para el Retiro (Afore). De acuerdo con especialistas en finanzas personales, para superar esta tasa, necesitaría complementar las aportaciones con un Plan Personal de Retiro (PPR). Aunque posiblemente le han recomendado en numerosas ocasiones que realice aportaciones voluntarias a su cuenta de Afore, con el fin de obtener una mejor pensión a la edad de su retiro, la efectividad de dicha medida dependerá de sus ingresos. Lo anterior ocurre porque al efectuar aportaciones voluntarias en cuentas colectivas, como su Afore, queda limitada su toma de decisiones de inversión, traduciéndose también en un rendimiento moderado, y debido a que se trata de ahorros de largo plazo, el rendimiento juega un papel muy importante.
En consecuencia, la tasa de reemplazo no llega a 30 por ciento, en la mayoría de las ocasiones. A diferencia de las Afores, los PPR son cuentas individuales que brindan la posibilidad al ahorrador de tomar decisiones de inversión, las cuales dependiendo de su perfil como inversionista, podrían ser más agresivas, permitiéndole al mismo tiempo aprovechar el largo plazo y traducirse en un mayor rendimiento. Como cereza del pastel, las aportaciones al PPR generan también ciertos incentivos fiscales. “Con la suma de un PPR se logra acumular una cantidad importante de recursos, que permite generar una mayor tasa de reemplazo”, expuso Juan Carlos Pelayo, director general de Allianz Fóndika. Agregó que la tasa de reemplazo a la que un aforado puede aspirar con sólo sus aportaciones, es entre el 20 y el 30 por ciento de su último salario al momento de su retiro. Su futuro entonces, depende de las decisiones que tome hoy, y el tema de cómo pensionarse es esencial en estos momentos de su vida. En el momento en que se es joven y productivo, es posible destinar un pedacito del ingreso y del ahorro para el retiro, sacrificando sutilmente su consumo presente para canjearlo por gasto futuro.
Pelayo destacó la importancia del rendimiento en el largo plazo y puso como ejemplo una persona que tiene actualmente 40 años y su edad de retiro es 65, lo cual le brinda un horizonte de inversión de 25 años. En este periodo, explicó, cada punto porcentual representa una diferencia patrimonial de aproximadamente 33 por ciento, o 25 puntos por año, más la recapitalización de los intereses. La tendencia a nivel global señala que las personas ahorran cada vez más en cuentas individuales que en colectivas para el retiro. Mientras más tiempo se tarde en empezar, menos dinero va a acumular y más difícil le será tener un retiro digno. “El tema de que ahorres para tu retiro no es un tema de viejos, sino de jóvenes”, expresó el directivo de Fóndika. Las aportaciones mensuales a un PPR dependen de cada ahorrador, el promedio oscila entre dos o tres mil pesos. Por otro lado, no todos los trabajadores cuentan con la posibilidad de destinar estas cantidades, por lo que a este segmento se le recomienda continuar con sus aportaciones voluntarias a su Afore.
Pelayo expuso que hay planes de retiro que con una aportación de 2 mil pesos mensuales, durante 35 años, le permiten al trabajador retirarse con un ahorro de alrededor de 9.4 millones de pesos.
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